No estoy del todo de acuerdo, no pienso que la limitada oferta en el mercado de las TW, se deba a la problemática del copiado de las ideas, ahí tenemos a marcas como Marui, cuyos productos y conceptos son copiados de modo sistemático y contumaz, cosa que no evita que esta compañía y otras similares sigan innovando y lanzando nuevos productos de manera continua.Y tampoco se puede decir que los modelos de Systema sean el producto más copiado del mercado, más bien, parece que los pocos fabricantes premium de TW han adoptado una estrategia comercial bastante conservadora, que se circunscribe a fidelizar a su habitual target de usuarios, los cuales están dispuestos a pagar por sus productos, encarnados en un puñado de plataformas que tienen una aceptación invariable entre ellos.Es una estrategia que les funciona y no ven razones para arriesgarse a tratar de ampliar su mercado, cosa que recuerda más al mercado del coleccionismo, que no a un mercado más generalista.
Con todo ello, tampoco estoy sugiriendo que una TW cueste lo que una AEG convencional, si una VFC de gama alta ronda los 400-500$, me parecería justificado que la TW de una marca premium, rondara los 700-800$, pero ya sabemos que en demasiados casos, superan esa horquilla.
Tampoco creo que con el soporte tecnológico que tenían las TW, se pudiera hacer cualquier cosa, modelos ultracompactos como los MP7-9, no hubieran sido nada fáciles de hacer con motores TW estándar.Pero con los motores miniaturizados se abre un abanico completamente nuevo; no me creo que un MP7 TW no fuera a tener una buena acogida en el mundillo, sobretodo después del fiasco de las primeras versiones del MP7 AEG de VFC.Si el Type 89 tuvo aceptación, no veo porqué no la tendría casi cualquier otra cosa.
Pero en algo sí estoy de acuerdo, lo más seguro es que pasen por desaprovechar ese potencial y sigan encasillados en su pequeño puñado de plataformas.
Y a día de hoy tampoco se puede decir que la inovación vaya ligada al elitismo de las TW u otros similares, el segmento de las AEG dispone de un abanico de innovaciones como nunca antes se había visto, electrónica de toda índole y condición, conjuntos de cámara cada vez más perfeccionados... y todo ello con precios bastante competitivos, además de la cada vez mayor presencia de motores brushless.